Pinturas de Samuel Bak; idea, investigación y notas de Mariano Akerman
En términos de significado, Revelación hace referencia al acto de revelar o manifestar una verdad hasta ese momento secreta u oculta.
Lo revelado es lo expresado o dado a entender, generalmente por parte de la divinidad, y acerca de algo acerca de lo cual no se tenía conocimiento previo pero que es recibido como verdad indiscutible.
Aquello que es revelado suele ser denominado iluminación y a la persona-agente que ha presenciado y/o participado en la Revelación se la conoce como iluminada.
La Revelación se encuentra directamente relacionada con la formación de diversos dogmas y constituye un factor de importancia cardinal para la experiencia religiosa.
A los libros sagrados de las religiones abrahámicas (judaismo, cristianismo, islam) se los entiende como revelados por la divinidad o bien inspirados de manera sobrenatural, ya que dichas religiones abrazan el concepto de revelación divina.
Todas las corrientes del judaismo coinciden en que la Ley (Torá o Pentateuco) fue revelada por la divinidad (Dios) y entregada a Moisés el Monte Sinaí. Al ser convocado y recibir la Ley a través de ese importante profeta de la Antigüedad, el pueblo israelita se conviertió en una nación comprometida a servir incondicionalmente a dicha divinidad.[1]
Sobreviviente del asesinato colectivo de los judíos europeos, Samuel Bak es un artista plástico nacido en Vilna en 1933. Su familia era hebrea. Se trataba de una familia de clase media con tendencia a ser secular; la misma era consciente de su origen étnico.
Desde la infancia Bak ponía empeño en cultivar el dibujo y pintura. Su familia a su vez lo alentaba a seguir adelante con ello.
Luego de la invasión nazi a Lituania en 1940,[2] los Bak fueron obligados a abandonar su hogar y debieron instalarse en el ghetto. La experiencia fue traumática para Bak, quien en ese entonces era un niño.
De ese mundo solo le quedaría la almohada de su cama. Su madre se la había dado unos instantes antes de que dejaran el hogar natal. Bak se aferraba a ese objeto, que dado el peso que la lluvia le había aportado, en cierto momento se le cayó en la calle y, en la confusión general, terminó siendo pisoteado una y otra vez.[3]
En el ghetto, Bak siguió dibujando e incluso llegó a exhibir sus trabajos. Ellos dan testimonio de lo insoportable de la vida en el ghetto. No obstante, algunos dibujos que delineó en un libro en Yiddish que un poeta amigo le había regalado, figura un gran Moisés con las Tablas de la Ley.
Toda su familia fue asesinada por los nazis. A sus abuelos los mataron en los bosques de Ponary. Su padre, Yona, que formaba parte de la resistencia, fue descubierto por los nazis y murió asesinado en 1944, poco antes del fin de la guerra.
Mientras tanto Bak y su madre encontraron refugio en un monasterio benedictino. En el lugar en el que permanecieron había numerosos libros y Bak además pudo volver a dibujar.
Al terminar la guerra en 1945, Bak y su madre se desplazaron hacia un centro de sobrevivientes y personas desplazadas en Baviera. Para felicidad de Bak, un militar estadounidense le obsequió papel y pinturas.
En 1948 Bak y su madre se embarcaron clandestinamente hacia Tierra Santa, que en ese entonces era aún un protectorado británico. La recepción de la población local no estuvo exenta de acusaciones y reproches.[4] Una vez declarada la independencia del Estado Judío, Bak aprendió hebreo e hizo su servicio militar de tres años. Una vez más retoma la pintura. Toma cursos en la Academia Bezalel, pero solo por un año. Con todo, su paleta se aclara. Temáticamente, su obra muestra un país en desarrollo e incluye alguna que otra figura heroica.
Entre 1956 y 1965 Bak residirá, estudiará y trabajará en París y Roma. Allí explora la figura humana, que se vuelve semi-abstacta, y realiza eventualmente algunos trabajos abstractos.
Bak eventualmente vuelve a Tierra Santa, donde reside sólo temporariamente, en dos breves períodos.[5] Sin embargo, es allí donde desarrolla una serie naturalezas muertas en las que el motivo de la pera adquiere un rol protagónico. Para Bak, la pera -y no necesariamente la manzana- es el Fruto del Árbol del Conocimiento. El motivo le interesa ya que la pera es suculenta y a su vez frágil. En este sentido, Bak retoma el tradicional tema de vanitas, cuya última fuente literaria no es otra que el hebreo Libro del Eclesiastés: "Vanidad de vanidades: todo es vanidad"; todo es "aflicción del espíritu" y "correr tras el viento".[6] Bak retoma también la dura noción que sostiene que "en la vida está la muerte" y su imaginería funciona como un recordatorio de las víctimas asesinadas durante el Holocauso (Shoah) y también como un memento mori o recordatorio del carácter efímero, frágil y limitado de la existencia toda.[7]
Cuando Bak vuelve a partir, lo hace por unos 17 años y para pintar en París, Nueva York y Lausanne (Suiza). Finalmente en 1993 se instala en Boston, Massachusetts, y allí es representado por la galería de arte Pucker.
En 2001 regresa por primera vez a Vilna (ciudad a la que desde ese entonces volverá los años siguientes con frecuencia). Es también en ese entonces que publica sus memorias bajo el título de Pintado en palabras.[8]
Muéstrame lo que pintas y te diré adónde apuntas
Casi todas las imágenes realizadas por Bak son enigmáticas y recuerdan aquellas de corte surrealista ejecutadas por René Magritte a lo largo de su carrera. Sin embargo, y más allá de toda simulitud estilística o de procedimiento, Bak subraya que, a diferencia de los surrealistas, él no pinta sueños, sino la realidad. En esto resuena la actitud de artistas tales como Mark Chagall o Francis Bacon, cuya obra y declaraciones históricamente preceden la suya. Y más allá de las evidentes diferencias estilísticas e intencionales que existen entre los pintores mencionados, común a su imaginería es la adhesión a una paradójica idea de Franz Kafka que establece que "la auténtica realidad es siempre irreal",[9] o sea, que el hecho real es siempre susceptible de ser expresado en términos de artificio. En este sentido, Kafka continua la posición defendida por Giordano Bruno, para quien "la imágen ficticia posee su propia verdad".[10]
Las naturalezas muertas (conocidas en inglés como still lifes, término que significa literalmente "aún vivas") atraen a Bak, quien percibe en ellas una metáfora llena de implicancias simbólicas y de particular relevancia en una actualidad en la que la vida no es tranquila, ni está suficientemente protegida, ni tampoco le está garantizada a nadie.
Bak incluye el motivo de la pera en Recuerdos de infancia (Childhood Memories, 1975), en donde la pera asume el papel de fruto del conocimiento evoca la pérdida del paraíso y acaso también el descubrimiento de la guerra. Las peras son comunes en Europa y especialmente en Vilna, donde Bak creció. La pera, como ya vimos, es para Bak metáfora de la condición humana y por lo tanto simbólica de su suculencia y fragilidad.
Mientras que el daño y la destrucción abundan en la imaginería de Bak, la posibilidad de reparación, de curar y reparar un mundo dañado, noción que se conoce en la cultura hebrea como Tikkun olam, raramente es detectable en ella. Así, en un no muy lucido dibujo de Bak la inscripción "tikkun" es incorporada dos veces, una en caracteres hebreos y otra en caracteres latinos, en unos paneles bastante deteriorados que pueden verse delante de un árbol moribundo. Letras que parecen parte de un decorado teatral forman cada una de dichas palabras. Las letras son presentadas de modo tal que su lectura obliga al espectador leerlas en sentido descendente. Y es este descender cuando uno lee una palabra que se supone implica elevar al hombre, ya que alude a un deseo de justicia y la reparación de un mundo dañado aquello que nada tiene que ver de la idea original emanada de la cultura hebrea. La reparación según Bak no es más que el boceto de un anuncio inconsecuente.
Otro ejemplo ocasionalmente asociado con la idea de reparar un mundo dañado sería Proceso creativo (Creative Process), imagen que, de ser este el caso, no por ello deja de ser auto-contradictoria e incluso contraproducente. Porque no se trata de avance ninguno hacia la reparación del mundo sino de un ir y venir fundamentalmente incierto. El título de la obra haría alusión a una posible mejora de las condiciones de vida del hombre sobre la tierra... mas detrás de él, que descalzo se esfuerza empujando para que el carro en el que lleva sus contradicciones avance, Bak ha representado algunas maderas que parecen estar estratégicamente posicionadas en la obra y así sugerien de un modo implícito que el protagonista las carga sobre sus espaldas. Esto no es mera casualidad, ya que las maderas en cuestión son reminiscentes de una cruz para calvario.
Probablemente un trabajo importante en cuanto a la posición de Bak respecto a reparar un mundo que ha sido dañado sea Reparación se necesita (In Need of a Tikkun), óleo capaz de provocar cierto malestar y no poca perplejidad.[11]
En esta obra Bak confronta al espectador con dos ángeles. Ya canoso, uno de ellos es mayor en edad que el otro y porta en sus brazos un enorme lienzo o pergamino. Su apariencia y pose recuerdan aquellas convencionalmente dadas a la figura de Moisés cuando porta las Tablas de la Ley.[12] Con todo, el pergamino exhibido por el mencionado ángel carece de texto: las Sagradas Escrituras parecen haber desaparecido de ese soporte como si por arte de magia. Pero eso no es todo, ya que el gran pergamino en cuestión ha sido además dañado. El ángel indica entonces el daño en él ocasionado. Su dedo en contacto con el orificio hecho en el pergamino implícitamente recuerda tanto a santo Tomás metiendo su índice en la herida de Jesús resucitado en una pintura barroca así como también a Pinocho mostrando su dedo encendido y siendo consumido por el fuego en una aclamada animación de 1940.[13] Rozando el melodrama, Reparación se necesita sería un caso particular entre las obras producidas por Bak, obras que por lo general expresan un mundo en ruinas e incluso presentan un mundo seriamente dañado. La idea de un mundo melodramáticamente arruinado debilitaría el arte de Bak empujándolo al plano de lo banal y lo intrascendente. Bak, conviene reiterarlo, sobrevivió los asesinatos en masa que tuvieron lugar en Europa durante la Segunda Guerra Mundial y sólo luego de una larga búsqueda llegó como pintor a formular un lenguaje propio. A través de dicho lenguaje, que es simbólico, busca dar testimonio de lo ocurrido, o como él mismo lo expresa, "hablar de lo inmencionable".[14] Hablar sí, pero Bak lo hace siempre a través del uso metáforas.
"Lo inmencionable" dicho con todas las letras es la SHOAH. E implica la privación de derechos, de toda posible dignidad e incluso de la vida misma de los judíos europeos. A eso debe sumársele también la profanación de sus templos y la quema de sus libros, la discriminación de su producción cultural y la destrucción de sus centros de estudio, de sus negocios y de sus hogares. En fin, la segregación y el abuso, la tortura y la explotación, el exterminio colectivo de todo un pueblo.
Incluso si metafóricamente, cuando Bak da testimonio de ello o bien rememora aquel mundo que fue pero que ya no es, su obra plástica tiende a adquirir un importante valor. Con todo, el problema es que Bak es a su vez heredero de la cultura del yiddish, donde el humor es siempre bienvenido. Así, el pintor podrá haberlo perdido todo en la guerra, pero ese humor agridulce de los judíos centroeuropeos indudablemente sobrevivió con él. Tal humor está lleno de paradojas inesperadas y ocurrencias brillantes, todas ellas sutilezas que Bak ha sabido implementar en su quehacer, estableciendo generalmente un interesante juego entre la imagen que pinta y el título que a ella le da.
En la obra de todo artista sin embargo hay tanto aciertos como desaciertos. Y jugar con el humor mientras se pinta la temática que Bak pinta es prácticamente jugar con fuego. Y de jugar con fuego, uno corre el riesgo de terminar en algún momento quemado.
Eso es lo que ocurriría en el caso de Reparación se necesita, pintura que acaso responda al jugado demasiado con aquello que requiere ser abordado con seriedad. En este caso la realidad sería más convincente que el cuadro de Bak, ya que ella posee aquello que al pergamino o soporte pintado por Bak de falta: especificidad.
Así, el indeterminado soporte en blanco que presenta el ángel de Bak parecería no ser lo más apropiado para su obra. Con todo, aquello a lo que Bak apunta bien puede llegarse a aclarar mediante el análisis de su cuadro. Porque sea lo que fuere aquello que presenta el ángel de Bak, el hecho es que es algo evidentemente dañado y, que según el título de la obra, hay algo que debe ser reparado.
Los ángeles representados por Bak posiblemente aludan al judaismo y al cristianismo. Curiosamente, ambos carecen de pupilas y están dotados de alas de hojalata. El ángel de la izquierda tiene barba, es canoso y posee mayor edad que el de la derecha. Este último por otra parte es más joven, lampiño y además es rubio. El primer ángel sostiene el gran pergamino y lo despliega cubriendo parcialmente al segundo. La larga manga de la vestimenta del primer ángel termina en una argolla que tiene una soga anudada a ella. Dicha soga está apoyada sobre un muro bajo que separa al espectador de ambos ángeles. Sobre se encuentra una casa junto a otra con una chimenea de la que sale humo. Se trata de una cámara de gas y de un crematorio. Ambas construcciones están emplazados sobre el muro, reteniendo la soga que sujeta al primer ángel. El ángel en cuestión no puede sino presenciar lo que sucede en esas construcciones de exterminio colectivo. El primer ángel presenta el soporte donde se supone debería hallarse la Palabra de Dios, mas el soporte que carga en sus brazos no la posee. Aparentemente esto no lo saben los ángeles, dado que Bak los ha representado como si fuesen ciegos. Con todo, los ángeles serían ciegos pero no insensibles. Habiendo sentido que el pergamino que sostiene se encuentra dañado, el primer ángel coloca su dedo e indica el lugar preciso donde hace falta repararlo. Pero el daño al que Bak alude es doble ya que por un lado la Escritura Sagrada está ausente en el gran pergamino y por otra parte el pueblo hebreo está siendo exterminado. De más está decir que esto último no es asunto exclusivo del ángel judío sino que también afecta a su colega cristiano. En efecto, dada su posición precaria, el dañado pergamino sustentado por el ángel judío tiende a eclipsar al ángel cristiano. Haciendo con una mano en un gesto semejante a un "pido la palabra", el ángel cristiano aparentemente busca intervenir en favor del ángel judío, mientras que con la otra mano parece que intentar cubrir el copioso humo que proviene del crematorio. Según Bak, no es ninguna escritura sagrada la que conecta a los "ángeles" representados sino un gran cordón del humo que proviene del crematorio.
Este es el modo en que trabaja la composición de Bak. El título de la pintura no es entonces una ironía gratuita sino todo un testimonio de que el mundo necesita ser reparado. El mensaje tácito que además podría deducirse a partir de esta imagen es que el diálogo interreligioso debe ser retomado considerando no solo las Escrituras sino también los Hechos.
...
Fragmentos, vestigios y ruinas dominan la imaginería de Bak. Su mundo es uno traumático y de posguerra. Dichos elementos hablan de un mundo hoy perdido y a menudo lo hacen con nostalgia.
El ángel pensativo y lleno de tristes añoranzas que Bak incorpora en los trabajos de su serie Recordando ángeles (2007) tiene su referente en el protagonista de un grabado realizado por Durero y al que se conoce como Melancolía (1514).
Entendido como una metáfora de enfrentamiento y combate, el ajedrez se hace presente una serie de obras de Bak. En Subterráneo II (Underground II, 1997), por ejemplo, las piezas de ajedrez están sumergidas en lo que sería una evocación del ghetto de Vilna.
El arte de Bak es una oda a la pérdida pero también al sentirse perdido. En las pinturas de su serie de 2007-8 titulada Ícono de pérdida (Icon of Loss) Bak permanentemente retrata un niño solitario. Se trata de su amigo de la infancia, Samek Epstein, asesinado por los nazis, pero también de la auto-imagen del pintor cuando era un niño, en medio del Holocausto.
La frustración que desde la infancia Bak siente para con el relato inicial del libro de Génesis y su admiración por el talento de Miguel Ángel en los frescos vaticanos se entrelazan en una serie de obras de 2011 en las que el pintor aborda el tema de Adán y Eva. En 125 trabajos dedicados a ellos y sus aventuras, Bak representa la pareja primigenia como un solitario par de sobrevivientes de una tragedia en la que Dios mismo se ha vuelto una reliquia, la cual ellos, siendo personas desplazadas, cargan consigo a cuestas dondequiera que van.
Bak pinta el daño hecho al pueblo hebreo y también a su diversidad cultural. A través de un lenguaje metafórico, el arte de Bak se remite a evocar lo ocurrido. Y la resultante de ello responde por lo general con efectividad al objetivo que el artista se propuso: dar testimonio de un mundo hoy en gran parte desaparecido.
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Notas
1. Véase Shavuot.
2. Vilna pertenecía en ese entonces a Polonia, hoy forma parte de Lituania. En el desarrollo económico de esa ciudad el aporte de los hebreos fue considerable. Vilna era además centro de estudios judaicos tan importante que en Europa a la ciudad se la conocía como la "Jerusalén del Norte".
3. Según explica el propio Bak en declaraciones filmadas recientemente.
4. Ídem.
5. Aparte del período inicial (1948-1956), Bak reside en Tierra Santa solo en otros dos períodos, 1966-1974 y 1977-1980. Su permanencia en ese lugar consiste en sí no más que tres segmentos, sin que ninguno de ellos supere los ocho años.
6. Vanidad de vanidades tiene su origen en el Libro del Eclesiastés, donde es empleado como un genitivo hebreo con el valor de un superlativo (הֲבֵל הֲבָלִים, HeVeL HaVaLIM, al que usualmente se traduce como Vanitas vanitatum en latín). Funciona además como una expresión poética y expresa que nada es perdurable. Vanidad (o ilusión) designa todo aquello que es vacío, inconsistente y fugaz. Se emplea para poner de relieve el carácter frágil y transitorio de la condición humana sobre la tierra. Para explorar el tema, véanse Qohélet; Cohélet; y también Vanitas vanitatum, omnia vanitas.
7. Juan de Covarrubias, Emblemas Morales, 1589-91. El emblema presenta la imagen de una calavera soportando un reloj de arena alado sobre el que arde una vela, junto con una leyenda que presenta la inscripción "QVOTIDIE MORIMVR" (la muerte a diario). La imagen en cuestión es acompañada por una no menos inquietante octava:
El tiempo buela como el pensamiento,
huye la vida sin parar un pvnto,
todo està en vn contino mouimento,
el nacer del morir està tan junto:
que de vida segura no ay momento,
y aun el que viue en parte es ya difunto
Pues como vela ardiendo se deshaze,
començando a morir desde que nace.
Véase Juan de Orozco y Covarrubias (don Iuan de Horozco y Couarruuias), Emblemas Morales, Segovia: Iuan de la Cuesta, 1591, libro II, emblema IX (Puebla, México, Biblioteca Lafragua: Juan de Horozco y Covarrubias, Emblemas Morales, libro 2, p. 49); Arthur Henkel y Albrecht Schöne, Emblemata: Handbuch zur Sinnbildkunst des XVI. und XVII. Jahrhunders, Stuttgart: J.B. Metzlersche, 1967, col. 1001.
8. Painted in Words: A Memoir, Indiana University Press, 2001. Escribe Amos Oz en el prefacio del libro: "Pese a estar imbuido con un sentimiento de pérdida, horror, degradación, y muerte, es una obra sanguínea en su temperamento, un libro entretenido, lleno de amor por la vida, uno que desborda de energía catártica [...], una oda maravillosa, un colorido himno a las fuerzas de la vida, el amor, la creación y las alegrías sensoriales" (At my first sight of a painting by Samuel Bak, I had the keen sense that he was telling me stories with his brush. Now that at long last he has written this book, I find it no wonder that he has painted with his pen.... Among the tens and hundreds of books I have read about the pre-Shoah and post-Shoah period... Bak’s book is unique. Despite being suffused with a sense of loss, horror, degradation, and death, it is ultimately a sanguine, funny book, full of the love of life, rocking with an almost cathartic joy. At times I found myself bursting out laughing... a marvelous ode, a colorful hymn to the forces of life, love, creation, and the joys of the senses. —From the Foreword by Amos Oz. | In Painted in Words internationally renowned artist Samuel Bak sets aside his brushes to narrate the stories of his life—as a child in Nazi-occupied Vilna, as a youth in European refugee camps, and as a maturing artist in five countries. With gentle humor, the child prodigy of the faraway past and the accomplished artist of today engage in a spirited dialogue from which emerges a self-portrait of "The Artist as a Young—and middle-aged and aging—Survivor." The brilliance, vision, and virtuosity that Bak brings to his painting are equally in evidence in his writing. This deeply touching work is an important contribution to Holocaust literature and art history).
9. Según las palabras del propio Kafka, "la veritable réalité est toujours irréele".
10. The Fictitius Image, Imaginarium, 13.1.2013
11. Acerca de las incertidumbres que resultan de contemplar el cuadro de Bak, véase Hellen Ballou, In Need of [a] Tikkun: A Reflection on Samuel Bak's Painting, Rivier Academic Journal, Vol. 3, No. 2, 2007.
12. Tal como ocurre, por ejemplo, en el arte del barroco europeo:
José de Ribera, Moisés con el Decálogo, óleo, 1638. Museo Nazionale di San Martino, Nápoles
13. Las imágenes consideradas responden al carácter incierto de Reparación se necesita. La obra de Bak posee un aspecto serio que tiende a asociarla con el dramatismo de una pintura barroca, pero presenta también un aspecto calculado y artificial, que tal vez no deba ser tomado muy en serio, ya que es evocativo de situaciones insólitas y disparatadas cuya existencia tiene lugar preferentemente en las películas de dibujos animados para el público infantil.
En términos de significado, Revelación hace referencia al acto de revelar o manifestar una verdad hasta ese momento secreta u oculta.
Lo revelado es lo expresado o dado a entender, generalmente por parte de la divinidad, y acerca de algo acerca de lo cual no se tenía conocimiento previo pero que es recibido como verdad indiscutible.
Aquello que es revelado suele ser denominado iluminación y a la persona-agente que ha presenciado y/o participado en la Revelación se la conoce como iluminada.
La Revelación se encuentra directamente relacionada con la formación de diversos dogmas y constituye un factor de importancia cardinal para la experiencia religiosa.
A los libros sagrados de las religiones abrahámicas (judaismo, cristianismo, islam) se los entiende como revelados por la divinidad o bien inspirados de manera sobrenatural, ya que dichas religiones abrazan el concepto de revelación divina.
Todas las corrientes del judaismo coinciden en que la Ley (Torá o Pentateuco) fue revelada por la divinidad (Dios) y entregada a Moisés el Monte Sinaí. Al ser convocado y recibir la Ley a través de ese importante profeta de la Antigüedad, el pueblo israelita se conviertió en una nación comprometida a servir incondicionalmente a dicha divinidad.[1]
Samuel Bak, Detalle de Preguntas ocultas, óleo, 1992 |
Sobreviviente del asesinato colectivo de los judíos europeos, Samuel Bak es un artista plástico nacido en Vilna en 1933. Su familia era hebrea. Se trataba de una familia de clase media con tendencia a ser secular; la misma era consciente de su origen étnico.
Desde la infancia Bak ponía empeño en cultivar el dibujo y pintura. Su familia a su vez lo alentaba a seguir adelante con ello.
Luego de la invasión nazi a Lituania en 1940,[2] los Bak fueron obligados a abandonar su hogar y debieron instalarse en el ghetto. La experiencia fue traumática para Bak, quien en ese entonces era un niño.
De ese mundo solo le quedaría la almohada de su cama. Su madre se la había dado unos instantes antes de que dejaran el hogar natal. Bak se aferraba a ese objeto, que dado el peso que la lluvia le había aportado, en cierto momento se le cayó en la calle y, en la confusión general, terminó siendo pisoteado una y otra vez.[3]
En el ghetto, Bak siguió dibujando e incluso llegó a exhibir sus trabajos. Ellos dan testimonio de lo insoportable de la vida en el ghetto. No obstante, algunos dibujos que delineó en un libro en Yiddish que un poeta amigo le había regalado, figura un gran Moisés con las Tablas de la Ley.
Toda su familia fue asesinada por los nazis. A sus abuelos los mataron en los bosques de Ponary. Su padre, Yona, que formaba parte de la resistencia, fue descubierto por los nazis y murió asesinado en 1944, poco antes del fin de la guerra.
Mientras tanto Bak y su madre encontraron refugio en un monasterio benedictino. En el lugar en el que permanecieron había numerosos libros y Bak además pudo volver a dibujar.
Al terminar la guerra en 1945, Bak y su madre se desplazaron hacia un centro de sobrevivientes y personas desplazadas en Baviera. Para felicidad de Bak, un militar estadounidense le obsequió papel y pinturas.
En 1948 Bak y su madre se embarcaron clandestinamente hacia Tierra Santa, que en ese entonces era aún un protectorado británico. La recepción de la población local no estuvo exenta de acusaciones y reproches.[4] Una vez declarada la independencia del Estado Judío, Bak aprendió hebreo e hizo su servicio militar de tres años. Una vez más retoma la pintura. Toma cursos en la Academia Bezalel, pero solo por un año. Con todo, su paleta se aclara. Temáticamente, su obra muestra un país en desarrollo e incluye alguna que otra figura heroica.
Entre 1956 y 1965 Bak residirá, estudiará y trabajará en París y Roma. Allí explora la figura humana, que se vuelve semi-abstacta, y realiza eventualmente algunos trabajos abstractos.
Bak eventualmente vuelve a Tierra Santa, donde reside sólo temporariamente, en dos breves períodos.[5] Sin embargo, es allí donde desarrolla una serie naturalezas muertas en las que el motivo de la pera adquiere un rol protagónico. Para Bak, la pera -y no necesariamente la manzana- es el Fruto del Árbol del Conocimiento. El motivo le interesa ya que la pera es suculenta y a su vez frágil. En este sentido, Bak retoma el tradicional tema de vanitas, cuya última fuente literaria no es otra que el hebreo Libro del Eclesiastés: "Vanidad de vanidades: todo es vanidad"; todo es "aflicción del espíritu" y "correr tras el viento".[6] Bak retoma también la dura noción que sostiene que "en la vida está la muerte" y su imaginería funciona como un recordatorio de las víctimas asesinadas durante el Holocauso (Shoah) y también como un memento mori o recordatorio del carácter efímero, frágil y limitado de la existencia toda.[7]
Cuando Bak vuelve a partir, lo hace por unos 17 años y para pintar en París, Nueva York y Lausanne (Suiza). Finalmente en 1993 se instala en Boston, Massachusetts, y allí es representado por la galería de arte Pucker.
En 2001 regresa por primera vez a Vilna (ciudad a la que desde ese entonces volverá los años siguientes con frecuencia). Es también en ese entonces que publica sus memorias bajo el título de Pintado en palabras.[8]
Ausencia presente. Imagen digital de 2006, realizada por quien escribe a partir de una reproducción de Fuga, óleo de Bak de 1972 (Trayectoria). |
Muéstrame lo que pintas y te diré adónde apuntas
Casi todas las imágenes realizadas por Bak son enigmáticas y recuerdan aquellas de corte surrealista ejecutadas por René Magritte a lo largo de su carrera. Sin embargo, y más allá de toda simulitud estilística o de procedimiento, Bak subraya que, a diferencia de los surrealistas, él no pinta sueños, sino la realidad. En esto resuena la actitud de artistas tales como Mark Chagall o Francis Bacon, cuya obra y declaraciones históricamente preceden la suya. Y más allá de las evidentes diferencias estilísticas e intencionales que existen entre los pintores mencionados, común a su imaginería es la adhesión a una paradójica idea de Franz Kafka que establece que "la auténtica realidad es siempre irreal",[9] o sea, que el hecho real es siempre susceptible de ser expresado en términos de artificio. En este sentido, Kafka continua la posición defendida por Giordano Bruno, para quien "la imágen ficticia posee su propia verdad".[10]
Las naturalezas muertas (conocidas en inglés como still lifes, término que significa literalmente "aún vivas") atraen a Bak, quien percibe en ellas una metáfora llena de implicancias simbólicas y de particular relevancia en una actualidad en la que la vida no es tranquila, ni está suficientemente protegida, ni tampoco le está garantizada a nadie.
Bak incluye el motivo de la pera en Recuerdos de infancia (Childhood Memories, 1975), en donde la pera asume el papel de fruto del conocimiento evoca la pérdida del paraíso y acaso también el descubrimiento de la guerra. Las peras son comunes en Europa y especialmente en Vilna, donde Bak creció. La pera, como ya vimos, es para Bak metáfora de la condición humana y por lo tanto simbólica de su suculencia y fragilidad.
Mientras que el daño y la destrucción abundan en la imaginería de Bak, la posibilidad de reparación, de curar y reparar un mundo dañado, noción que se conoce en la cultura hebrea como Tikkun olam, raramente es detectable en ella. Así, en un no muy lucido dibujo de Bak la inscripción "tikkun" es incorporada dos veces, una en caracteres hebreos y otra en caracteres latinos, en unos paneles bastante deteriorados que pueden verse delante de un árbol moribundo. Letras que parecen parte de un decorado teatral forman cada una de dichas palabras. Las letras son presentadas de modo tal que su lectura obliga al espectador leerlas en sentido descendente. Y es este descender cuando uno lee una palabra que se supone implica elevar al hombre, ya que alude a un deseo de justicia y la reparación de un mundo dañado aquello que nada tiene que ver de la idea original emanada de la cultura hebrea. La reparación según Bak no es más que el boceto de un anuncio inconsecuente.
Equivalentes, boceto, 2000 |
Otro ejemplo ocasionalmente asociado con la idea de reparar un mundo dañado sería Proceso creativo (Creative Process), imagen que, de ser este el caso, no por ello deja de ser auto-contradictoria e incluso contraproducente. Porque no se trata de avance ninguno hacia la reparación del mundo sino de un ir y venir fundamentalmente incierto. El título de la obra haría alusión a una posible mejora de las condiciones de vida del hombre sobre la tierra... mas detrás de él, que descalzo se esfuerza empujando para que el carro en el que lleva sus contradicciones avance, Bak ha representado algunas maderas que parecen estar estratégicamente posicionadas en la obra y así sugerien de un modo implícito que el protagonista las carga sobre sus espaldas. Esto no es mera casualidad, ya que las maderas en cuestión son reminiscentes de una cruz para calvario.
Proceso creativo, 2009 |
Probablemente un trabajo importante en cuanto a la posición de Bak respecto a reparar un mundo que ha sido dañado sea Reparación se necesita (In Need of a Tikkun), óleo capaz de provocar cierto malestar y no poca perplejidad.[11]
Reparación se necesita, 1999 |
En esta obra Bak confronta al espectador con dos ángeles. Ya canoso, uno de ellos es mayor en edad que el otro y porta en sus brazos un enorme lienzo o pergamino. Su apariencia y pose recuerdan aquellas convencionalmente dadas a la figura de Moisés cuando porta las Tablas de la Ley.[12] Con todo, el pergamino exhibido por el mencionado ángel carece de texto: las Sagradas Escrituras parecen haber desaparecido de ese soporte como si por arte de magia. Pero eso no es todo, ya que el gran pergamino en cuestión ha sido además dañado. El ángel indica entonces el daño en él ocasionado. Su dedo en contacto con el orificio hecho en el pergamino implícitamente recuerda tanto a santo Tomás metiendo su índice en la herida de Jesús resucitado en una pintura barroca así como también a Pinocho mostrando su dedo encendido y siendo consumido por el fuego en una aclamada animación de 1940.[13] Rozando el melodrama, Reparación se necesita sería un caso particular entre las obras producidas por Bak, obras que por lo general expresan un mundo en ruinas e incluso presentan un mundo seriamente dañado. La idea de un mundo melodramáticamente arruinado debilitaría el arte de Bak empujándolo al plano de lo banal y lo intrascendente. Bak, conviene reiterarlo, sobrevivió los asesinatos en masa que tuvieron lugar en Europa durante la Segunda Guerra Mundial y sólo luego de una larga búsqueda llegó como pintor a formular un lenguaje propio. A través de dicho lenguaje, que es simbólico, busca dar testimonio de lo ocurrido, o como él mismo lo expresa, "hablar de lo inmencionable".[14] Hablar sí, pero Bak lo hace siempre a través del uso metáforas.
"Lo inmencionable" dicho con todas las letras es la SHOAH. E implica la privación de derechos, de toda posible dignidad e incluso de la vida misma de los judíos europeos. A eso debe sumársele también la profanación de sus templos y la quema de sus libros, la discriminación de su producción cultural y la destrucción de sus centros de estudio, de sus negocios y de sus hogares. En fin, la segregación y el abuso, la tortura y la explotación, el exterminio colectivo de todo un pueblo.
Incluso si metafóricamente, cuando Bak da testimonio de ello o bien rememora aquel mundo que fue pero que ya no es, su obra plástica tiende a adquirir un importante valor. Con todo, el problema es que Bak es a su vez heredero de la cultura del yiddish, donde el humor es siempre bienvenido. Así, el pintor podrá haberlo perdido todo en la guerra, pero ese humor agridulce de los judíos centroeuropeos indudablemente sobrevivió con él. Tal humor está lleno de paradojas inesperadas y ocurrencias brillantes, todas ellas sutilezas que Bak ha sabido implementar en su quehacer, estableciendo generalmente un interesante juego entre la imagen que pinta y el título que a ella le da.
En la obra de todo artista sin embargo hay tanto aciertos como desaciertos. Y jugar con el humor mientras se pinta la temática que Bak pinta es prácticamente jugar con fuego. Y de jugar con fuego, uno corre el riesgo de terminar en algún momento quemado.
Eso es lo que ocurriría en el caso de Reparación se necesita, pintura que acaso responda al jugado demasiado con aquello que requiere ser abordado con seriedad. En este caso la realidad sería más convincente que el cuadro de Bak, ya que ella posee aquello que al pergamino o soporte pintado por Bak de falta: especificidad.
Lo que resta hoy de los textos bíblicos de la Sinagoga de Wimpel en Worms, Alemania (profanada e incendiada por los nazis, Kristallnacht, 9-10 de noviembre de 1938). Jüdisches Museum, Worms |
Así, el indeterminado soporte en blanco que presenta el ángel de Bak parecería no ser lo más apropiado para su obra. Con todo, aquello a lo que Bak apunta bien puede llegarse a aclarar mediante el análisis de su cuadro. Porque sea lo que fuere aquello que presenta el ángel de Bak, el hecho es que es algo evidentemente dañado y, que según el título de la obra, hay algo que debe ser reparado.
Los ángeles representados por Bak posiblemente aludan al judaismo y al cristianismo. Curiosamente, ambos carecen de pupilas y están dotados de alas de hojalata. El ángel de la izquierda tiene barba, es canoso y posee mayor edad que el de la derecha. Este último por otra parte es más joven, lampiño y además es rubio. El primer ángel sostiene el gran pergamino y lo despliega cubriendo parcialmente al segundo. La larga manga de la vestimenta del primer ángel termina en una argolla que tiene una soga anudada a ella. Dicha soga está apoyada sobre un muro bajo que separa al espectador de ambos ángeles. Sobre se encuentra una casa junto a otra con una chimenea de la que sale humo. Se trata de una cámara de gas y de un crematorio. Ambas construcciones están emplazados sobre el muro, reteniendo la soga que sujeta al primer ángel. El ángel en cuestión no puede sino presenciar lo que sucede en esas construcciones de exterminio colectivo. El primer ángel presenta el soporte donde se supone debería hallarse la Palabra de Dios, mas el soporte que carga en sus brazos no la posee. Aparentemente esto no lo saben los ángeles, dado que Bak los ha representado como si fuesen ciegos. Con todo, los ángeles serían ciegos pero no insensibles. Habiendo sentido que el pergamino que sostiene se encuentra dañado, el primer ángel coloca su dedo e indica el lugar preciso donde hace falta repararlo. Pero el daño al que Bak alude es doble ya que por un lado la Escritura Sagrada está ausente en el gran pergamino y por otra parte el pueblo hebreo está siendo exterminado. De más está decir que esto último no es asunto exclusivo del ángel judío sino que también afecta a su colega cristiano. En efecto, dada su posición precaria, el dañado pergamino sustentado por el ángel judío tiende a eclipsar al ángel cristiano. Haciendo con una mano en un gesto semejante a un "pido la palabra", el ángel cristiano aparentemente busca intervenir en favor del ángel judío, mientras que con la otra mano parece que intentar cubrir el copioso humo que proviene del crematorio. Según Bak, no es ninguna escritura sagrada la que conecta a los "ángeles" representados sino un gran cordón del humo que proviene del crematorio.
Este es el modo en que trabaja la composición de Bak. El título de la pintura no es entonces una ironía gratuita sino todo un testimonio de que el mundo necesita ser reparado. El mensaje tácito que además podría deducirse a partir de esta imagen es que el diálogo interreligioso debe ser retomado considerando no solo las Escrituras sino también los Hechos.
...
Fragmentos, vestigios y ruinas dominan la imaginería de Bak. Su mundo es uno traumático y de posguerra. Dichos elementos hablan de un mundo hoy perdido y a menudo lo hacen con nostalgia.
El ángel pensativo y lleno de tristes añoranzas que Bak incorpora en los trabajos de su serie Recordando ángeles (2007) tiene su referente en el protagonista de un grabado realizado por Durero y al que se conoce como Melancolía (1514).
Entendido como una metáfora de enfrentamiento y combate, el ajedrez se hace presente una serie de obras de Bak. En Subterráneo II (Underground II, 1997), por ejemplo, las piezas de ajedrez están sumergidas en lo que sería una evocación del ghetto de Vilna.
El arte de Bak es una oda a la pérdida pero también al sentirse perdido. En las pinturas de su serie de 2007-8 titulada Ícono de pérdida (Icon of Loss) Bak permanentemente retrata un niño solitario. Se trata de su amigo de la infancia, Samek Epstein, asesinado por los nazis, pero también de la auto-imagen del pintor cuando era un niño, en medio del Holocausto.
La frustración que desde la infancia Bak siente para con el relato inicial del libro de Génesis y su admiración por el talento de Miguel Ángel en los frescos vaticanos se entrelazan en una serie de obras de 2011 en las que el pintor aborda el tema de Adán y Eva. En 125 trabajos dedicados a ellos y sus aventuras, Bak representa la pareja primigenia como un solitario par de sobrevivientes de una tragedia en la que Dios mismo se ha vuelto una reliquia, la cual ellos, siendo personas desplazadas, cargan consigo a cuestas dondequiera que van.
Bak pinta el daño hecho al pueblo hebreo y también a su diversidad cultural. A través de un lenguaje metafórico, el arte de Bak se remite a evocar lo ocurrido. Y la resultante de ello responde por lo general con efectividad al objetivo que el artista se propuso: dar testimonio de un mundo hoy en gran parte desaparecido.
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Notas
1. Véase Shavuot.
2. Vilna pertenecía en ese entonces a Polonia, hoy forma parte de Lituania. En el desarrollo económico de esa ciudad el aporte de los hebreos fue considerable. Vilna era además centro de estudios judaicos tan importante que en Europa a la ciudad se la conocía como la "Jerusalén del Norte".
3. Según explica el propio Bak en declaraciones filmadas recientemente.
4. Ídem.
5. Aparte del período inicial (1948-1956), Bak reside en Tierra Santa solo en otros dos períodos, 1966-1974 y 1977-1980. Su permanencia en ese lugar consiste en sí no más que tres segmentos, sin que ninguno de ellos supere los ocho años.
6. Vanidad de vanidades tiene su origen en el Libro del Eclesiastés, donde es empleado como un genitivo hebreo con el valor de un superlativo (הֲבֵל הֲבָלִים, HeVeL HaVaLIM, al que usualmente se traduce como Vanitas vanitatum en latín). Funciona además como una expresión poética y expresa que nada es perdurable. Vanidad (o ilusión) designa todo aquello que es vacío, inconsistente y fugaz. Se emplea para poner de relieve el carácter frágil y transitorio de la condición humana sobre la tierra. Para explorar el tema, véanse Qohélet; Cohélet; y también Vanitas vanitatum, omnia vanitas.
7. Juan de Covarrubias, Emblemas Morales, 1589-91. El emblema presenta la imagen de una calavera soportando un reloj de arena alado sobre el que arde una vela, junto con una leyenda que presenta la inscripción "QVOTIDIE MORIMVR" (la muerte a diario). La imagen en cuestión es acompañada por una no menos inquietante octava:
El tiempo buela como el pensamiento,
huye la vida sin parar un pvnto,
todo està en vn contino mouimento,
el nacer del morir està tan junto:
que de vida segura no ay momento,
y aun el que viue en parte es ya difunto
Pues como vela ardiendo se deshaze,
començando a morir desde que nace.
Véase Juan de Orozco y Covarrubias (don Iuan de Horozco y Couarruuias), Emblemas Morales, Segovia: Iuan de la Cuesta, 1591, libro II, emblema IX (Puebla, México, Biblioteca Lafragua: Juan de Horozco y Covarrubias, Emblemas Morales, libro 2, p. 49); Arthur Henkel y Albrecht Schöne, Emblemata: Handbuch zur Sinnbildkunst des XVI. und XVII. Jahrhunders, Stuttgart: J.B. Metzlersche, 1967, col. 1001.
8. Painted in Words: A Memoir, Indiana University Press, 2001. Escribe Amos Oz en el prefacio del libro: "Pese a estar imbuido con un sentimiento de pérdida, horror, degradación, y muerte, es una obra sanguínea en su temperamento, un libro entretenido, lleno de amor por la vida, uno que desborda de energía catártica [...], una oda maravillosa, un colorido himno a las fuerzas de la vida, el amor, la creación y las alegrías sensoriales" (At my first sight of a painting by Samuel Bak, I had the keen sense that he was telling me stories with his brush. Now that at long last he has written this book, I find it no wonder that he has painted with his pen.... Among the tens and hundreds of books I have read about the pre-Shoah and post-Shoah period... Bak’s book is unique. Despite being suffused with a sense of loss, horror, degradation, and death, it is ultimately a sanguine, funny book, full of the love of life, rocking with an almost cathartic joy. At times I found myself bursting out laughing... a marvelous ode, a colorful hymn to the forces of life, love, creation, and the joys of the senses. —From the Foreword by Amos Oz. | In Painted in Words internationally renowned artist Samuel Bak sets aside his brushes to narrate the stories of his life—as a child in Nazi-occupied Vilna, as a youth in European refugee camps, and as a maturing artist in five countries. With gentle humor, the child prodigy of the faraway past and the accomplished artist of today engage in a spirited dialogue from which emerges a self-portrait of "The Artist as a Young—and middle-aged and aging—Survivor." The brilliance, vision, and virtuosity that Bak brings to his painting are equally in evidence in his writing. This deeply touching work is an important contribution to Holocaust literature and art history).
9. Según las palabras del propio Kafka, "la veritable réalité est toujours irréele".
10. The Fictitius Image, Imaginarium, 13.1.2013
11. Acerca de las incertidumbres que resultan de contemplar el cuadro de Bak, véase Hellen Ballou, In Need of [a] Tikkun: A Reflection on Samuel Bak's Painting, Rivier Academic Journal, Vol. 3, No. 2, 2007.
12. Tal como ocurre, por ejemplo, en el arte del barroco europeo:
José de Ribera, Moisés con el Decálogo, óleo, 1638. Museo Nazionale di San Martino, Nápoles
13. Las imágenes consideradas responden al carácter incierto de Reparación se necesita. La obra de Bak posee un aspecto serio que tiende a asociarla con el dramatismo de una pintura barroca, pero presenta también un aspecto calculado y artificial, que tal vez no deba ser tomado muy en serio, ya que es evocativo de situaciones insólitas y disparatadas cuya existencia tiene lugar preferentemente en las películas de dibujos animados para el público infantil.
Hendrick ter Bruggen, La incredulidad de santo Tomás (detalle), 1622
Escena de Pinocho, animación, Estados Unidos, 1940
14. Bak, "Speaking about the Unspeakable" (2001-2), conferencia, Estrasburgo, 2002
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Declaraciones del artista en 2001:
No tengo respuestas para todo y tengo respuestas para todo. | I have no answers for anything and I have answers for everything.
No creo que la Shoá nos enseñe alguna cosa específica. Solamente nos muestra que el hombre es capaz hacer de cualquier cosa. | I don't think the holocaust teaches us anything specific. It only shows that man is capable of everything.
Lo importante que un artista puede decir acerca de sí mismo es decir la verdad acerca de sí mismo. | The important thing an artist can tell about himself is the truth about himself.
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Recursos
• Samuel Bak, The Art of Speaking about the Unspeakable, documental, 2001-2
• __. Speaking about the Unspeakable (conferencia, Estrasburgo, 2002), Center for Holocaust and Genocide Studies, University of Minnesota, 21.8.2012
• __. Illuminations: The Art of Samuel Bak (video, 2012), Facing History and Ourselves, accedido 30.5.2013
• Yehudit Shendar, An Ardous Road: Samuel Bak, 60 Years of Creativity, Yad Vashem, Jerusalén, 2013
• 57 Obras de Bak en el Centro de Datos del Museo de Israel
• Principales obras y series realizadas por Bak en la Pucker Gallery de Boston, Massachusetts
• Obras de Bak exhibidas en la muestra Illuminations, con comentarios de Lawrence L. Langer, Facing History and Ourselves, Brookline, 2010
• Pinturas de Bak en Tribes Gallery, Tel Aviv
• Bak, pintor de interrogantes, Impronta, 27.5.2013
The Hebrew Alphabet, Jewish Encyclopedia, 1906
Paleo-Hebrew alphabet
Hebrew alphabet
Revelation
Jewish Principles of Faith: Revelation, God's Relationship with Man, Holocaust theology (Because of the magnitude of the Holocaust, many people have re-examined the classical theological views on God's goodness and actions in the world. Some question whether people can still have any faith after the Holocaust. Some theological responses to these questions are explored in Holocaust theology).
Revelación, definición y consideraciones
A) Academia_Española
1. f. Acción y efecto de revelar.
2. f. Manifestación de una verdad secreta u oculta.
3. f. por antonom. Manifestación divina.
B) The_Free_Dictionary
f. Acción y efecto de revelar.
Manifestación de una verdad oculta.
teol. Acto por el cual una divinidad se manifiesta a los hombres o anuncia sus propias leyes o verdades a individuos por ella inspirados. Los medios de la revelación pueden ser varios. Forman parte de ellos incluso las formas de oráculo y adivinación; los sueños pueden ser también vehículo de revelación. En las religiones tradicionales la garantía de la verdad de los mitos, de los ritos y de las normas de conducta reside en el hecho de haber sido transmitidos y observados desde tiempos inmemoriales. Contrariamente, las religiones nuevas tienen necesidad de una garantía y de una sanción sobrenatural; por eso Moisés, Buda, Jesús, Mahoma, y otros fundadores de religiones menores e incluso sectas, han fundado y fundan sus propias enseñanzas en una revelación. El protestantismo, desde sus inicios, concibió la revelación como una comunicación directa del Espíritu Santo con el cristiano excluyendo la intervención de la Iglesia en la definición de los dogmas.
Diccionario Enciclopédico Vox 1 2009 Larousse
sustantivo femenino
1. revelamiento descubrimiento de algo secreto u oculto La justicia estaba lejos de la revelación del caso de narcotráfico.
2. religión manifestación que hace una divinidad o ser superior a los hombres acerca de cosas que ignoran o están ocultas Decía que sus sueños contenían revelaciones divinas.
3. persona que se destaca contrariamente a lo esperado en una actividad El nadador más joven obtuvo el oro y fue la revelación de la competencia.
2013 K Dictionaries
C) Word_Reference
Diccionario de la lengua española 2005 Espasa-Calpe:
1. f. Descubrimiento de algo secreto: no me interesan las revelaciones sobre la vida de ese político.
2. Manifestación de Dios a los hombres de lo futuro u oculto.
D) Vocabulario_Bíblico
La religión de la Biblia está fundada en una revelación histórica. En la Biblia, la revelación es un hecho histórico perceptible: sus intermediarios son conocidos, sus palabras se han conservado, ya directamente, ya en una tradición sólida. Sin hablar de los signos que autentizan la revelación bíblica, esta no reposa en la enseñanza de un fundador único y se desarrolla durante [...] veinte siglos [...]. | ¿Por qué, pues, esta revelación? Es que Dios está infinitamente pór encima de los pensamientos y de las palabras del hombre Job 42,3. Es un Dios escondido Is 45,15, tanto más inaccesible cuanto que el pecado hizo perder al hombre su familiaridad con él. Su designio es un misterio Am 3,7; dirige los pasos del hombre sin que éste comprenda el camino Prov 20,24. En conflicto con los enigmas de su existencia Sal 73,21s no puede el hombre hallar por sí mismo las claridades necesarias. Le es necesario volverse hacia aquél «cuyas son las cosas ocultas» Dt 29,28, para que él le descubra estos secretos en que no es posible penetrar Dan 2,17s, para que le haga «ver su gloria» Ex 33,18. Ahora bien, aun antes de que el hombre se vuelva hacia Dios, Dios mismo toma la iniciativa y le habla el primero. | I. CÓMO REVELA DIOS: 1. Técnicas arcaicas. El medio oriental usaba de ciertas técnicas para tratar de penetrar los secretos del cielo: adivinación, presagios, sueños, consulta de la suerte, astrología, etc. El AT conservó durante largo tiempo algo de estas técnicas, purificándolas de sus adherencias politeístas o mágicas Lev 19,26 Dt 18,10s 1Sa 15,23 28,3, pero atribuyéndoles todavía cierto valor. Dios, condescendiendo con la mentalidad imperfecta de su pueblo, confía efectivamente su revelación a estos canales tradicionales. Los sacerdotes lo consultan por medio de los Urim y los Tummim Num 27,21 Dt 33,8 1Sa 14,41 23,10ss y sobre esta base pronuncian oráculos Ex 18,15s 33.7-11 Jue 18,5s. José posee una copa adivinatoria Gen 44,2.5 y es perito en la interpretación de sueños Gen 40-41. En efecto, los sueños se consideran como portadores de las indicaciones del cielo Gen 20,3 28.12-15 31,11ss 37,5-10, y esto hasta una época bastante baja Jue 7,13s 1Sa 28,6 1Re 3,5-14; pero progresivamente se van distinguiendo los que Dios mismo envía a los profetas auténticos Num 12,6 Dt 13,2 y los de los adivinos profesionales Lev 19,26 Dt 18,20, contra los cuales batallan los profetas Is 28,7-13 Jer 23,25-32 y los sabios Ecl 5,2 Eclo 34,1-6. | 2. La revelación profética. Estas técnicas son habitualmente superadas por los profetas. En ellos se traduce de dos maneras la experiencia de la revelación: por visiones y por la audición de la palabra divina Num 23,3s.15s. Las visiones en sí mismas serían enigmáticas: ni siquiera un profeta podría ver directamente las realidades divinas ni el desenvolvimiento futuro de la historia. Lo que ve queda envuelto en símbolos, unas veces tomados del acervo común de las religiones orientales (p.e. 1Re 22,16 Is 6,1ss Ez 1), otras veces creadas en forma original (p.e. Am 7,1-9 Jer 1,11s Ez 9). De todas formas se requiere la palabra de Dios para suministrar la clave de estas visiones simbólicas (p.e. Jer 1,14ss Dn 7,15-18 8,15); las más de las veces llega la palabra a los profetas sin que la acompañe visión alguna, y hasta sin que puedan decir de qué manera les ha llegado (p.e. Gen 12,1s Jer 1,4s). Tal es la experiencia fundamental, que en el AT caracteriza a la revelación. | II. LO QUE DIOS REVELA. El objeto de la revelación divina es siempre de orden religioso. No se carga ni con el fárrago cosmológico ni con las especulaciones metafísicas de que están llenos los libros sagrados de la mayoría de las religiones antiguas (así los Vedas de la India y las obras gnósticas, como también ciertos apócrifos judíos). Dios revela sus designios, que trazan para el hombre la vía de la salvación; se revela él mismo para que el hombre pueda encontrarlo. | 1. Dios revela sus designios. | El hombre, nacido en una raza pecadora, no sabe siquiera exactamente lo que Dios quiere de él. Dios le revela por tanto reglas de conducta: su palabra toma forma de enseñanza y de ley Ex 20,1., y el hombre posee así «cosas reveladas» que debe poner en práctica Dt 29,28. La ley saca todo su valor de este origen divino, que la arranca del plano jurídico para hacer de ella la delicia de las almas religiosas Sal 119,24.97.. Igualmente, las instituciones del pueblo de Dios son objeto de revelación: instituciones sociales Num 11,16s y políticas 1Sa 9,17, así como instituciones cultuales Ex 25,40. | En segundo lugar, Dios revela a su pueblo el sentido de los acontecimientos que le es dado vivir. Estos acontecimientos constituyen la materia visible del designio de salvación; preparan su realización final y son ya su prefiguración. Por esta doble razón tienen una faz secreta que el ojo humano no es capaz de descubrir; pero Dios «no hace nada sin descubrir su secreto a sus servidores los profetas» Am 3,7. Historiadores, profetas, salmistas, sabios se aplican a porfía a esta inteligencia religiosa de la historia, que nace del contacto entre la palabra divina y los hechos, queridos y dirigidos por Dios. Los hechos acreditan la palabra y conducen a los hombres a la fe, pues tienen valor de signos Ex 14,30s. La palabra esclarece los hechos, que sustrae a la banalidad cotidiana y al azar (p.e. Jer 27,4-11 Is 45,1-6) para hacerlos entrar en un plan establecido. | Finalmente, Dios revela progresivamente el secreto de los «últimos tiempos». Su palabra es promesa. A este título enfoca, más allá del presente y hasta del futuro próximo, el término de su designio de salvación. Revela el futuro del linaje de David 2Sa 7,4-16, la gloria final de Jerusalén y del templo Is 2,1-4 60 Ez 40-48, el increíble papel del siervo doliente Is 52,13-53,12, etc. | 2. Dios mismo se revela también a través de lo que realiza acá en la tierra. | Su creación ya lo manifiesta, en su sabiduría y en su poder soberano Job 25,7-14 Prov 8,23-31 Eclo 42,15-43,33. Está como tejida de signos que permiten representarlo simbólicamente, velado en la nube Ex 13,21, ardiente como un fuego Ex 3,2 Gen 15,17, tronando en la tormenta Ex 19,16, suave como la brisa ligera 1Re 19,12s... Estos signos, observados por los paganos, eran con frecuencia interpretados por ellos torcidamente Sab 13,1s; la revelación permite ahora al pueblo de Dios contemplar por analogía al creador a través de la grandeza y la belleza de las criaturas Sab 13,3ss. | Sin embargo, por la historia de Israel es como Dios se revela sobre todo en forma específica. Sus actos muestran quién es: el Dios terrible que juzga y combate; el Dios compasivo que consuela Is 40,1 y que cura; el Dios fuerte que libera y que triunfa... Su definición bíblica Ex 34,6s no es consecuencia de una especulación filosófica; resulta de una experiencia vivida. Y este conocimiento concreto, profundizado a lo largo de los siglos, determina la actitud que los hombres deben tomar frente a él: fe y confianza, temor y amor. Actitud compleja, que rectifica y completa la que adoptaría espontáneamente el hombre religioso. Este Dios es creador y dueño, rey y señor; pero para con Israel se muestra igualmente padre y esposo. Así el temor religioso que le es debido debe matizarse con una piedad cordial Os 6,6 que puede conducir a la intimidad mística. | ¿Se puede decir más? ¿Revela Dios en el AT el secreto íntimo de su ser? Aquí entramos en el terreno de lo inefable. El AT conoce misteriosas manifestaciones del ángel de Yahveh, en las que el Dios invisible adopta en cierto modo una forma accesible a los sentidos Gen 16,7 21,17 31,11 Jue 2,1. Conoce las visiones de Abraham, de Moisés, de Elías, de Miqueas ben Yimla, de Isaías, de Ezequiel, de Zacarías... Sin embargo, la gloria divina se vela siempre en ellas bajo símbolos: símbolos cósmicos del fuego y de la tormenta, símbolos que traducen la realeza divina 1Re 22,19 Is 6,1ss, símbolos inspirados en el arte babilónico Ez 1. De todos modos, a Yahveh mismo no se le describe nunca Ez 1,27s; su rostro no se ve nunca Ex 33,20, ni siquiera por Moisés que le habla «cara a cara» Ex 33,11 Num 12,8, y los hombres se velan instintivamente el semblante para no fijar sus ojos en él Ex 3,6 1Re 19,9s. A Moisés le otorga la revelación suprema, la de su nombre Ex 3,14. Pero ésta mantiene intacto el misterio de su ser; en efecto, su respuesta —«Yo soy el que es» o «Yo soy el que soy»— puede interpretarse como una declaración de misterio: Israel no poseerá el nombre de su Dios de modo que pueda tenerlo dominado, como los paganos circunvecinos tenían cogidos a sus dioses. Así Dios se mantiene en su trascendencia absoluta, aun concediendo a los hombres cierta aproximación concreta a su misterio. Si no penetran todavía hasta lo íntimo de su ser, están ya ilustrados por su palabra, por la acción de su sabiduría; están santificados por su Espíritu.
E) Teología_e_Historia
Qué es la revelación bíblica
Es el acto de dar a conocer algo que anteriormente era desconocido.
Términos para expresar el concepto de relación:
Del hebreo Galá que significa revelar a base de descubrir o arrancar algo. Isaías 47:3
Apocalipsis, traída del griego Apokalipsis que quiere decir verdad revelada o correr el velo.
Y por ultimo del griego Fanerón que quiere decir manifestar o presentar.
La meta de la revelación es que todos lleguemos a conocerle de una forma real y personal.
La revelación debe esperarse:
• Revelación de Dios
• Secretos de Dios
Revelación: Existe una revelación general, ejemplo el universo, la naturaleza etc. En esta revelación el ser humano usa la razón. La revelación especial, es bíblica se aplica la fe y por ende la teología.
• Dios es el iniciador y diseñador de la revelación
• Dios fijo los momentos de su revelación (revelación progresiva)
• Dios revela su nombre y sus caminos
• La manera en que Dios se revela
Revelación especial: Externa e interna.
Externa: voz, acontecimientos, una nube o un ángel etc.
Interna: sueños, visiones y experiencias internas.
• Dios decide el lugar y las circunstancias de la revelación
• El contenido de la revelación: consiste en aquello que Dios quiere comunicar nada más, nada menos.
• La revelación iniciativa y decisión de Dios con relación a la revelación es personal. La revelación es una expresión de la gracia divina.
La Revelación Seria expresada en Forma Escrita:
Los libros constituyen el mejor medio de preservar la verdad integra y transmitida de generación a generación.
Las Categorías de la Revelación Divina:
Revelación general: Historia humana, ambiente natural, naturaleza humana, teología natural.
Revelación especial: Revelación bíblica, teología revelada.
Revelación General
Historia Humana: Dios se ha revelado a si mismo a través de la orientación de la historia humana. La providencia de Dios que es la intervención divina en los asuntos humanos.
La Naturaleza Huma y la Naturaleza General: Dios también se revela mediante la naturaleza y el universo.
La Naturaleza Humana: La revelación general incluye la auto revelación de Dios, por medio de nuestra propia naturaleza humana. Génesis 1:26 – 27.
Revelación Especial: Dios para darnos a conocer su plan redentor nos ha dado su palabra.
Características de la revelación especial
• Personal: directa al hombre y a la humanidad.
• Comprensible: Se entiende el mensaje.
• Progresiva: Quiere decir que va paso a paso, hasta llegar al ser humano.
• Escrita: El material escrito nos ofrece las siguientes ventajas, fundamento o base, continuidad y conservación.
• Transmisión: Transmisión, deber de transmitir a otros
La autoridad de las escrituras
Rivales de las escrituras:
• La tradición oral
• Los credos
• Religiones y sectas
• La tradición
La Palabra de Dios se manifiesta como:
• Inspiración
• Revelación
• Iluminación
• Regeneración
Debate hispanoamericano acerca de las posibles relaciones que se dan entre los términos revelación, iluminación, y dogma, 2006-7