Una nota Mariano Akerman acerca de una frase popular, la atribución y el derecho del ser humano a parafrasear, todo lo que se le dé la gana.
"Ladran, Sancho, señal que cabalgamos"
La frase en cuestión sería una cita parafraseada y mal atribuida, o bien el resultado de una evolución en nuestra lengua.
Ladran, Sancho, señal que cabalgamos es una frase generalmente atribuida a Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes Saavedra, pero la misma no aparece en ninguna parte de ese libro. El origen de la frase se halla en dos versos de un poema de Goethe de 1808: "Pero sus estridentes ladridos / sólo son señal de que cabalgamos". La adición del nombre Sancho se produjo, por error, durante la primera mitad del siglo XX. Figura también en la versión cinematográfica Don Quijote, de Orson Wells. (Paráfrasis de Wikiquote: Citas incorrectas).
Gustave Doré, Don Quijote y Sancho Panza, grabado, 1863 |
Sentido y uso. Como figura, "Ladran, Sancho, señal que cabalgamos" presupone que es el Hidalgo de la Mancha quien literalmente se dirige a su escudero, Sancho Panza, explicándole que el que los perros ladren no es otra cosa que una clara indicación del avance de ambos jinetes sobre sus corceles. Es decir, los perros ladran porque han percibido la presencia y el avance de esos protagonistas cervantinos. Claro que la situación imaginada presenta también un sentido metafórico. El cabalgar de Don Quijote y Sancho Panza alude al bienestar, la prosperidad o el éxito que uno va logrando en algún emprendimiento. "Cabalgamos" significa avanzamos. Quienes ladran son por supuesto los perros, pero también aquellos que habiéndose dado cuenta del avance experimentado por alguien e incapaces de soportar tal estado expresan su descontento, ladrando.
Cuando nuestras condiciones mejoran, en el plano que se quiera, pero se nos critica con insistencia, es posible emplear el "Ladran, Sancho, señal que cabalgamos."
Aunque la frase en cuestión tiene sus raíces últimas en la literatura erudita, no poco le debe la misma al saber popular y su refranero, que no sólo se mantiene vivo sino también en permanente estado de transformación.
Nutrido por el saber criollo que es posible encontrar condensado en las inscripciones de los carros, Águila es un interesante trabajo con firuletes porteños realizado por Elvio Gervasi. Presenta la inscripción "La fuerza de tu envidia es la rapidez de mi progreso" y ésta bien merece ser comparada con la frase de esta nota.
Motivo de doble-filo, con mensaje 100% unívoco |
"Ladran, Sancho, señal que cabalgamos" explica el por qué de los ladridos. "La fuerza de tu envidia es la rapidez de mi progreso" equivale a decir que la fuerza de tu envidia acelera mi progreso, cosa que tiende a incrementar el efecto de la frase anterior: no es que alguien ladra porque otra persona galope, sino que la envidia que se le pueda tener es directamente proporcional al progreso de esa persona. "Ladran, Sancho..." es una metáfora que esclarece; "La fuerza de tu envidia" funciona como una especie de amenaza, aparentemente preventiva y un tanto presuntuosa. El único antídoto efectivo para ella acaso sea "Yo lo digo y lo sostengo, que a nadie envidia le tengo" (Borges).
"Ladran, Sancho, señal que cabalgamos" implica que estamos llamando la atención de los demás y que se nos critica precisamente debido al hecho de que experimentamos o estamos haciendo algo positivo. Ergo, la frase en cuestión es una que habla de un darse cuenta, autoconcientización.
Don Quixote, de Orson Welles, es una película rodada entre 1955 y 1969, pero quedó inacabada (IMDB); la versión cinematográfica de la misma fue reeditada en 1992.
Al ser alguna vez entrevistado, Welles comentó que los personajes de Don Quijote y Sancho Panza fueron tomados de la obra cardinal de Cervantes, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (1605), pero agregó que su film era una adaptación libre, una donde el anacronismo de los personajes se comunica recurriendo a un contexto completamente contemporáneo (Frank Brady, Citizen Welles, Charles Scribner's Sons, 1989; Don Quixote).
En el film de Welles, Don Quijote le explica a su escudero que el que los perros ladren es la constatación patente de que ambos cabalgan y avanzan a lo largo de su derrotero (camino de la vida).
El que las palabras exactas del inacabado film de Welles hayan sido They bark, Sancho, a sign that we ride o cosa semejante no deja de ser más que mera anécdota en el muy problemático y febril contexto histórico del siglo XX, donde tantos autores se han permitido parafrasear todo lo que se les dio la gana, bien a sus anchas y de diez mil modos diferentes. Welles hizo una adaptación libre de la conocida obra literaria castellana. Y, precisamente, debido a eso, nadie tiene ningún derecho en venir a reprocharle nada. Paráfrasis no es sinónimo de plagio. Es más, el trabajo de Welles fue concebido con el fin de recrear al público y no el de ser tesis para ser sometida a universidad ninguna.
Paráfrasis. Explicación o interpretación amplificativa de un texto para ilustrarlo o hacerlo más claro o inteligible. | Traducción en verso en la cual se imita el original, sin verterlo con escrupulosa exactitud. | Frase que, imitando en su estructura otra conocida, se formula con palabras diferentes (DRAE).
De esto se desprende que una parafrásis no es necesariamente una cita incorrecta en tanto y en cuanto se sea consciente de que se han adaptado palabras de otro autor, a quien por otra parte no se le niega su condición de autor primigenio.
Con todo, el problema puede presentarse a partir del momento que gente que no ha leído el Quijote termina por atribuirle a Cervantes las palabras de Wells, cosa que hablaría de una paternidad equivocada.
Históricamente, Nilo Fabra introdujo un "Ladran, señal de que cabalgamos" en un artículo que publicó en El Imparcial en 1916 y algo semejante hizo Juan Sábato en otro de 1945, "Por una política nacional de la energía eléctrica," donde tal frase reaparece, pero con Sancho incluido.[1]
Dos lustros más tarde, el film de Welles fue traducido al castellano y, cuando el público hispanohablante oyó con sus propios oídos el "Ladran, Sancho, señal que cabalgamos" siendo pronunciado por la mismísima boca de Don Quijote de la Mancha, ni dudó en atribuírselo a Cervantes. Evidentemente, el público en cuestión no tuvo en cuenta que el guión de esa película inspirada en una obra literaria no era calco ninguno de la monumental obra que la inspiró.[2]
Wells, por otra parte, presenta en su film al personaje de Cervantes y además le hace decir cosas que, inesperadamente, nos conducen a una interesante poesía de Goethe titulada Kläffer (1809), o sea, "Ladrador":
Wir reiten in die Kreuz und Quer
Nach Freuden und Geschäften;
Doch immer kläfft es hinterher
Und bellt aus allen Kräften.
So will der Spitz aus unserm Stall
Uns immerfort begleiten,
Und seines Bellens lauter Schall
Beweist nur, daß wir reiten.
Traducción
Cabalgamos por el mundo
En busca de fortuna y de placeres
Mas siempre atrás nos ladran,
Ladran con fuerza.
Quisieran los perros del potrero
Por siempre acompañarnos
Pero sus estridentes ladridos
Sólo son señal que cabalgamos.
Es aquí donde en principio se hallaría la fuente de inspiración del "Ladran, Sancho, señal que cabalgamos" que Welles introdujo en el guión de su film de 1955.[3] De ser así, Welles no parafrasearía a Cervantes, sino a Goethe. Significativamente, los anglosajones estaban al tanto del valor de esas palabras de Goethe ya desde de la segunda mitad del siglo XIX.[4]
Y, con todo, la raíz última en la inspiración del autor alemán se encontraría a su vez en una expresión latina de autor anónimo: "Latrant et scitis estatint".[5] Su significado es "ladran y lo sabéis al cabalgar delante de los demás." Mas equívoca resulta en latín la naturaleza de los demás, quienes a decir verdad bien pueden ser tanto perros comou hombres, o ambos a la vez (dado no poco tienen en común).
Sea como fuere, me consta personalmente que el "Ladran, Sancho, señal que cabalgamos" se emplea en Buenos Aires ya en 1977 y que desde entonces la frase goza de una enorme popularidad entre los argentinos.
Argentina: Un Bicentenario Cristinesco |
«"Recordaba a Cervantes, cuando le decía a Sancho: Ladran, Sancho, señal que cabalgamos. Lo voy a adaptar a una versión cristinesca : Ladran Sancho, señal que son perros.", lanzó la Presidenta, parafraseando una frase frecuentemente atribuída a Don Quijote, de Miguel de Cervantes.»[6]
El poder de la paráfrasis
A menudo se dice que "nadie crea, todos recrean." Tal vez sea así, pero nada malo hay en recrear. El arte, sabido es, tiene uno de sus principales fundamentos en la inspiración y, en determinadas oportunidades, recrear implica revitalizar. Considérese lo que Miguel Ángel fue capaz de hacer del Torso del Belvedere (50 aEC) al esculpir su alegoría del Día (Giorno, 1519-34).
Apolonio de Atenas, Torso del Belvedere (rotado), mármol greco-romano, 50 a.E.C., Museo Pío-Clementino, Vaticano; Miguel Ángel Buonarroti, Día (Il Giorno), mármol, 1519-34, Capilla Médicis, Florencia. Foto-comparación hecha por Mariano Akerman, 2011. Torso_Comparison_Apollonius_of Athens_and_Michelangelo by Mariano Akerman is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License. Based on a work at picasaweb.google.com. |
Referencias
1. Armando de Miguel, Interpretaciones de algunas frases hechas, Libertad Digital, 5.3.2007; Arturo Ortega Morán, Cápsulas de lengua, 29.1.2010
2. Alrededor de 1970, luego de una conferecia que tuvo lugar en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, Ventura Doreste indica la filiación cervantina de la sentencia (Juan Manuel García Ramos, De anécdotas y envidias, Diario de Avisos, 4.4.2010). Actualmente, la susodicha atribución se multiplicado hasta adquirir proporciones monumentales. Atribuyéndosela a Don Quijote, Vicente Fox la emplea ante 800 estudiantes en la Universidad de Iowa (Bernardo Gutiérrez Parra, Entre ladridos hipotéticos y rebuznos auténticos, Milenio, 29.10.2007). Cibernéticamente, Carmen Salamanca Gallego escribe "Ladran, Sancho, señal de que cabalgamos..." y atribuye esta frase a "Miguel de Cervantes, en boca de D. Quijote" (El País Blog, España, 22.4.2009), mas Antonia López le aclara que esa frase proviene del Quijote, obra de Orson Welles (comentario, 23.4.2009). La conjunción ladrar y cabalgar es atribuida al Quijote por Antonio Martínez Ares en su autocrítico pasodoble "Dime" que es presentado la comparsa "La Milagrosa" en el Carnaval de Cádiz de 2000: « Que te escriban en la prensa colma tu orgullo tirano, porque eres tan carajote que piensas, como el Quijote, "ladran, luego cabalgamos" » (Mil y Una Coplas). En todos estos casos la atribución tanto Cervantes o a su Quijote es incorrecta.
3. Cápsulas de lengua
4. Louis Antoine Godey y Sarah Josepha Buell Hale: "Goethe never said a truer thing than, When the dogs bark we know we are riding on horseback" (Godey's Magazine, 1868, pag. 275); o William Bellairs: "When dogs bark, it is a proof you ride" (The Military Career: A Guide to Young Officers, Army Candidates and Parents, 1889).
5. Pancracio Celdrán, Escépticos, España, 8.3.2001
6. Cristina Kirchner: "Ladran, Sancho, señal de que son perros", La Nación, Argentina, 11.2.2010; y Cristina: "Ladran Sancho, señal que son perros", Perfil, Argentina, 11.2.2010: "La mandataria adaptó una frase de Cervantes, en El Quijote, [...] -"ladran, Sancho, señal que cabalgamos"- y la adaptó en "forma cristinesca", según afirmó jocosamente: "Ladran sancho, señal que son perros".
Grupo de humoristas-músicos "Les Luthiers" |
Jugando con la lengua. Según Freud, lo que se dice en broma encapsula siempre alguna verdad. Las ideas empleadas por Les Luthiers en su quehacer artístico brindan humor a nuestros días y constituyen además un insólito e importante diagnóstico acerca de la condición del hombre contemporáneo. Memorable es lo "suyo", ya sea cita, paráfrasis, elucubración propia o lúdica apropiación de lo ajeno sin su correspondiente atribuición:
Si no eres parte de la solución, eres parte del problema.
Tener la conciencia limpia es señal de mala memoria.
Lo importante no es ganar, sino hacer perder al otro.
El que nace pobre y feo, tiene grandes posibilidades de que al crecer... se le desarrollen ambas condiciones.
Pez que nada contra corriente, muere electrocutado.
Una mujer me arrastró a la bebida... y nunca tuve la cortesía de darle las gracias.
Si la montaña viene hacia ti: ¡corre, es un derrumbe!
No soy un completo inútil, [ya que] por lo menos sirvo de mal ejemplo.
Todo tiempo pasado... fue anterior.
Errar es humano, pero echarle la culpa a otro, es más humano todavía.
Lo importante no es saber, sino tener el teléfono del que sabe.
Yo no sufro de locura, la disfruto a cada minuto.
Es bueno dejar el trago, lo malo es no acordarse dónde.
La inteligencia me persigue, pero yo soy más rápido.
La verdad absoluta no existe, y esto es absolutamente cierto.
Hay un mundo mejor, pero es carísimo.
La mujer que no tiene suerte con los hombres... no sabe la suerte que tiene.
La pereza es madre de todos los vicios, y como madre, hay que respetarla.
No te tomes la vida en serio, al fin y al cabo de ella no saldrás vivo.
Felices los que nada esperan, porque nunca serán defraudados.
Lo triste no es ir al cementerio, sino quedarse.
Hay dos palabras que te abrirán muchas puertas: "tire" y "empuje".
¿Para qué beber y conducir cuando puedes fumar y volar?
Si un pajarito te dice algo, debes estar loco: los pájaros no hablan.
Para consultar: Diccionario y Glosario de Les Luthiers
Ref. lengua, etimología, forma y significado.
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