25.4.09

Guarda la lengua


"Don’t speak to me in Spanish, I can’t understand you.”[1] Éstas son las palabras con las que, en una película norteamericana, un soldado estadounidense le responde a otro, estadounidense también, pero hispanohablante.

Si bien el caso mencionado es pura ficción fílmica, situaciones semejantes son hoy moneda corriente para quien intenta expresarse en castellano en Estados Unidos. Y con todo, el número de hispanohablantes en ese país llega a los 50.000.000 de personas, es decir, que supera la población total de la República Argentina.[2]

En teoría, “Everyone speaks English today.”[3] Pero en la práctica las cosas son diferentes. Hablar actualmente inglés en la mismísima ciudad de Hong Kong es el mejor atajo para llegar a todo tipo de malentendidos. Y no es porque allí no entiendan inglés. Sino porque por algún motivo u otro no quieren entenderlo.[4]

Hay quienes insisten en proclamar a los cuatro vientos la idea de que el inglés es hoy la Lengua Universal. “Today English is the lingua franca.”[5] Eso no es exactamente así. Si bien es cierto que el inglés se convirtió en el idioma común de un gran número de personas, por lo general la gente no lo habla sólo por amor a esa lengua, sino para hacer negocios.

Comprender una lengua es abrir una ventana a otra cultura. Y, según Juan Ramón Jiménez, quien aprende una nueva lengua, adquiere un alma nueva.[6]

En su obra La Libertad (1933), Lucie Delarue-Mardrus afirma que escribir correctamente la lengua materna es una forma de patriotismo.[7] De origen materno o ya adoptado, el idioma expresado con corrección es también síntoma de respeto por aquello que nos pertenece, una expresión de amor propio, de amor por la propia cultura.

Fotografía de Stepánskaya.[8]
La Argentina recibió a fines del siglo XIX y principios del XX una gran ola de inmigrantes provenientes de Europa. Parte de ellos llegó de España e Italia, pero también hubo quienes llegaron Ucrania y Polonia.[9] Uno de esos casos fue el de Esther Stepánskaya, cuya lengua materna era el ruso. Tal idioma pertenece a la familia de las lenguas eslavas y sus caracteres cirílicos son muy distintos a los latinos, empleados por las lenguas romances.[10] El caso mencionado es importante ya que con el tiempo el castellano de aquella inmigrante llegó a ser rico y enriquecedor, dado que Stepánskaya logró expresarse con propiedad y gracia, incluso exquisitez. En efecto, esa joven mujer que a principios del siglo XX no tuvo otra alternativa que abandonar su tierra natal, esa, la tan europea como ensangrentada, adoptó y cultivó la lengua castellana con empeño. Poco después de su llegada a la costa argentina y una vez ya descendida del buque a vapor "Weser," puso Stepánskaya especial cuidado y dedicación en pronunciar correctamente su nueva lengua. Se esmeró por hablar tal como lo hacía la gente criolla y no como quien hablaba con acento extranjero. Logró su cometido y su correcto uso del castellano de algún modo le ayudó a reconstruir su vida. Ella lo habló siempre como si hubiese nacido en Buenos Aires.

Dejando de lado las típicas rebeldías de adolescentes y los errores no intencionados que todos a veces cometemos, posiblemente hoy ya sea tiempo para los hispanoamericanos de volver a lo nuestro y expresarnos en castellano con todos los matices que nos sean necesarios, pero también con corrección y respeto por nuestro idioma.

En ciertos casos el jugar con las palabras puede activar la sensibilidad y el pensamiento, inclusive dar lugar a verdaderas obras de arte. En otros, el resultado puede ser alarmante. Así, peligro grande constituyen los caprichos y berrinches de la moda, siendo ella por lo general tirana e irresistible, y hoy ostentando la mezclada pretensión de ser “muy cool.”[11]

La mezcla de elementos incompatibles produce un efecto análogo al de un ser que Horacio describe en las primeras líneas de su Arte poética:


MOTIVO GRUTESCO
Ser híbrido, personaje ridículo-monstruoso, figura caótica, estilo grotesco
Cerámica esmaltada, Inglaterra, 1865.[12]


Si por capricho uniera un Dibuxante
Á un humano semblante
Un cuello de caballo, y repartiera
Del cuerpo en lo restante
Miembros de varios brutos, que adornara
De diferentes plumas, de manera
Que el monstruo cuya cara
De una muger copiaba la hermosura,
En pez enorme y feo rematara;
Al mirar tal figura,
¿Dexarais de reiros, ó Pisones?
Pues, Amigos, creed que á esta pintura
En tódo semejantes
Son las composiciones
Cuyas vanas idéas se parecen
Á los sueños de enfermos delirantes,
Sin que séan los pies ni la cabeza
Partes que á un mismo cuerpo pertenecen.
Pero dirán que con igual franqueza
Siempre pudieron atreverse á todo
Pintores y Poetas. Lo sabemos:
Y quando esta licencia concedemos,
Pedimos nos la den del mismo modo;
Mas no será razon valga este fuero
Para mezclar con lo áspero lo suave,
Con la serpiente el ave
Ó con tigre feroz manso cordero.
[13]

Entre el efecto y la afectación suele no haber más que un paso. Horacio incluso se refiere la idea de "armonía discordante" y expresa lo apropiado que resulta el empleo de la imagen simple y sencilla.[14] Caso contrario, la situación tiende a volverse un arma de doble filo.



El capricho puede manifestarse también en la escritura. Tomemos otro ejemplo: ¿qué aporta el uso de aggiornamentoen un texto redactado todo en castellano que no pueda aportar el uso de puesta al día? Nada. No aporta nada.

Similar es lo que ocurre con el uso de los latinajos y extranjerismos, dado que por lo general son accesorios prescindibles y descartables.

Claro que una cosa es tomarse una licencia poética y otra muy distinta dejarse arrastrar por lo que venga y aceptar la situación con automático conformismo.

Lengua y habla raramente son neutras e inocentes.

We, Americans”[15] es una expresión empleada hoy por muchos para simplemente decir que son estadounidenses (y no para manifestar su pertenencia al continente americano). Con fundamento o sin él, se trata de una especie de delirio de grandeza que es además tendencioso ya que establece una clara diferencia entre “Nosotros” y “los Otros” (es decir, entre ellos y nosotros). Frente a semejante situación, los hispanohablantes deberíamos preguntarnos: ¿qué implicancias tiene el emplear el término americano cuando lo que se quiere decir es estadounidense? Nada más ni nada menos que dar tácitamente por sentado la idea de que América no es otra cosa que un sinónimo de Estados Unidos. Es decir, contribuir a fijar en el inconsciente colectivo la idea de que Estados Unidos constituye una macro-potencia territoral que ininterrumpidamente lo comprende todo, desde Alaska hasta Ushuaia.

Conviene aclarar que no sólo ciertos estadounidenses se identifican como tales autodenominándose “americanos,” sino que además diversos diccionarios hispanos les dan su bendición.[16]

Mas el ejemplo presentado es uno entre miles. Existen también quienes el 12 de octubre de cada año no celebran el Día del Descubrimiento de América, sino el “Día de la Raza.”[17] Sin embargo, en el siglo XXI hay ya quienes se muestran favorables a que esto cambie. Considérense, por ejemplo, el rotundo éxito obtenido por la canción "Raza de Mil Colores" en la voz de Ricky Martin (2003),[18] y también el proyecto argentino de 2008 que propone reemplazar al llamado Día de la Raza por el "Día de la Diversidad Cultural Americana."[19]

Pero volvamos al inglés. Aquellos que aún piensan que el inglés es para la realidad actual lo que el latín alguna vez fue para la Edad Media, bueno es recordarles la etimología y significado del término snob. Su origen tiene que ver con el sectarismo y la discriminación de los estudiantes de la Universidad de Cambrigde, quienes fabricaron dicha palabra para señalar a toda persona considerada "ajena".[20] En este contexto resulta significativo el que tanto « snob » (inglés) como « esnob » (español) tengan sus raíces últimas en el latín, siendo ambas contracciones de la expresión sine nobilitate (sin nobleza).[21] Por definición, el esnob imita a quienes cree distinguidos,[22] pero a expensas de renegar de su origen o condición. La lengua forma parte del ser humano.[23] Constituye así su identidad. Es decir, el conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad y que los caracterizan frente a los demás; pero también la conciencia que una persona tiene de ser ella misma, de ser distinta a las demás.[24] La concientización de la identidad propia da lugar a por lo menos tres observaciones. Eres tu lengua. Garda la lengua. No te la arruines.


Referencias
1. Oraciones en inglés. Traducción: "No me hables en español. No te entiendo."
2. Según el censo de 2000, el español es empleado en Estados Unidos por más de 28.000.000 millones de personas como lengua habitual (aunque dicho censo nada dice respecto a quienes lo emplean parcialmente, dado que lo alternan con el inglés). Los datos proporcionados por el INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos de Argentina) son solo estimativos. Fuente consultada: Wikipedia, 28.04.09.
3. Expresión inglesa que proclama que hoy todo el habla inglés, cosa que no es exactamente lo ocurre en nuestro planeta.
4. Hong Kong fue colonia británica entre 1841 y 1997.
5. Oración en inglés sosteniendo que esa lengua domina y lidera al mundo actual.
6. "El que aprende una nueva lengua, adquiere una nueva alma" (Juan Ramón Jiménez, Primeras Prosas: En la alameda verde).
7. Karl Petit, Dictionnaire des citations du monde entier, Verbiers: Marabout, 1984, p. 322: "Langue"; Lucie Delarue-Mardrus, 1784-1945
8. Tomada poco tiempo después de su llegada a Buenos Aires a bordo del buque a vapor "Die Weser" (procedente de Hamburgo).
9. Inmigración en Argentina
10. A diferencia de las lenguas romances (románicas o neolatinas) y de las germánicas, el idioma ruso emplea el alfabeto cirílico que consta de 33 caracteres. Ver: "escritura del idioma ruso."
11. COOL. Adjetivo inglés que quiere decir "fresco, distendido, calmo, descontracturado, relajado."
12. Grutesco o motivo híbrido en estilo grotesco (a partir de un diseño de Lucas van Leyden, grabado en 1528), pintado sobre panel de porcelana, Inglaterra, 1865, exhibido en el Victoria & Albert Museum de Londres en 1995. Etimológicamente, el término "grotesco" proviene del italiano grottesco. Se trata de un estilo inspirado por antiguos diseños romanos que fueron descubiertos a fines del siglo XV en las habitaciones subterráneos de la Domus Aura de Nerón, a las que por aquel entonces se conocía como grutas. La ornamentación en estilo grotesco fue empleada para decorar una extensa variedad de objetos. Fue copiada y difundida durante el Renacimiento; reintroducida con el advenimiento del Historicismo en el siglo XIX. Imagen: V&A: Grabado 28611A
13. Horacio, Ars poetica (De arte poetica liber, seu Epistola ad Pisones, 20 a.E.C), I, 1-13; Arte poética de Horacio ó Epístola á los Pisones: traducida en verso castellano, por Tomás de Iriarte, Madrid: Imprenta Real de la Gazeta, 1805 (Colección de Obras en verso y prosa de D. Tomás de Yriarte, tomo IV), pp. 1-3.
14. Epístolas, libro 1, no. 12, l. 19 (concordia discors); Arte poética, I, l. 23 (Denique sid quod vis simplex dumtaxar, et unum).
15. El giro de la lengua inglesa citado se traduce en castellano como "Nosotros, los americanos."
16. Ejemplos: Appleton's (1972); Longman Dictionary of Contemporary English (1978); Diccionario de la Real Academia Española (DRAE, 2001). En este contexto, conviene citar la observación que acompaña al término “americano” en el Pequeño Larousse Ilustrado, en la versión de Ramón García Pelayo y Gross: “debe evitarse el empleo de AMERICANO con el sentido de NORTEAMERICANO o de los Estados Unidos” (1977).
17. Día de la Raza
18. “Raza de Mil Colores” pertenece al álbum ALMAS DEL SILENCIO. En el mismo, Ricky Martin canta: “Ay bendito de mi raza que orgulloso puedo estar / Y del blanco tengo el alma / Y del negro los sabores / Y del indio la nobleza / Soy raza de mil colores.”
19. “Día de la Diversidad Cultural Americana,” gacetilla, INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo), Argentina, 23 de mayo de 2008.
Gacetilla INADI, art. 690, item 130
20. SNOB se empleaba en Inglaterra ya desde 1781 para designar al aprendíz de zapatero. El término fue luego introducido en la Universidad Cambridge, donde alredor de 1796 fue empleado como sinónimo de "pueblerino" o "comerciante." En 1831 a más tardar ya significaba "ordinario" y hacia referencia a toda persona de clase baja. Su significado de "persona que imita a sus superiores en la escala social" tuvo lugar en 1843 y se popularizó en 1848 mediante el "Book de Snobs", escrito por William Thackeray. Desde 1857 en adelante, los estudiantes de Cambridge llamaron "snob" a toda persona ajena su universidad (Lexilogos: Online Etymology Dictionary; Paul Robert, Le petit Robert, París: Le Robert, 1983, vol. 1, p. 1822: "snob"). En castellano, "esnob" es la persona que imita con afectación las maneras u opiniones de aquellos a quienes cree distinguidos (DRAE, 22a ed., Buenos Aires: Planeta, 2001, tomo 1, p. 970).
21. Petit Robert, vol. 1, p. 1822.
22. DRAE: snob
23. LENGUA. 1. El órgano órgano móvil situado en el interior de boca; 2. Lengua materna o sistema de comunicación con estructura sintáctica y significados propios de la comunidad humana a la que uno pertenece. Imagen procedente de Flickr: Mariano Akerman, Guarda la lengua, 2007
24. DRAE: identidad

Acerca del presente trabajo. Investigación, texto y diseño: Mariano Akerman. Su versión inicial fue publicada en Knol, 25.4.2009. Traducido al francés como "Langue et identité" y publicada en la Encyclopédie Larousse, 28.4.2009. Presente edición: 9.5.2011
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