28.12.15

ARTE Y RAÍCES

Columna Arte e Identidad, por PASSEPARTOUT
Verção portuguesa


Biblia hebrea miniada, Sefarad, 1476

Arte judío tradicional es toda creación que responde a los propósitos rituales del pueblo hebreo. Tradicionalmente, el término "arte judío" posee particular resonancia en lo que respecta a obras realizadas por o para el pueblo hebreo desde la Antigüedad hasta los Tiempos Modernos.

En la Biblia, es a partir de la entrega de la Torá (Ley Mosaica) y la creación del Tabernáculo al pie del Monte Sinaí que la tradición hebrea insistirá sobre la prohibición de hacer ídolos y máscaras, conforme al Segundo Mandamiento (Éxodo 20:4). Significativamente, el arte hebreo tiene sus orígenes en la mismísima voz del Creador, quien con suma precisión indicó las especificidades del Tabernáculo, sus sagrados implementos y demás utensilios (Éxodo 25-31).

Realizada por Bezalel, el primer artista hebreo de la historia, el Arca Sagrada que contenía las Tablas de la Ley era custodiada por dos querubines de oro, en tanto que motivos figurativos tales como flores de almendro (prajim) y manzanas (tapujim) formaban parte de la estructura misma de la Menorá, el candelabro hebreo de siete brazos.

Es error pensar que el judaísmo prohíbe el arte. La tradición hebraica recurre al embellecimiento y ornamentación de objetos de uso ritual desde hace por lo menos treinta siglos. Y ella emplea tanto el arte geométrico como el figurativo. Símbolos, motivos florales, seres reales y hasta fantásticos figuran todos ellos en el arte judío tradicional.

Pero el Todopoderoso no es representado. Sin considerar al Tetragrámaton (cuatro letras hebreas que designan al Creador), la única representación conocida en el arte judío es el motivo de la Mano de Dios, visible en las pinturas murales tardo-romanas de la Sinagoga de Dura Europos (Siria, 244 EC) y en el primer panel del mosaico hebreo-bizantino de Beit Alfa (Galilea, siglo VI EC).

Con todo, el judaísmo cuenta con una considerable serie de objetos de arte tradicional, destinados a funciones rituales y que se destacan además por sus cualidades estéticas. Conocido como Judaica, el conjunto de dichos objetos es concebido para servir al Creador, lo que motiva y justifica su embellecimiento.

Entendida por Leopold Zunz como "patria portátil" (siglo XIX), la Torá o Biblia hebraica involucra varias alusiones a la idea de realeza y éstas son expresadas a través de una rica ornamentación. La funda protectora de la Torá, su pectoral (maguén), puntero (yad), mangos terminales (rimonim), y corona (kéter), todos ellos son habitualmente decorados en estudiados términos estéticos. Algo semejante ocurre con los textos manuscritos de la Torá, las filacterias (tefilín) y la mezuzá, donde siete de los veintidós caracteres hebreos son tradicionalmente coronados con un tipo de embellecimiento ornamental florido y tripartito al que se conoce como taguin.


Ornamentos de la Torá y taguin

En Jerusalén, el Museo de Israel posee la más completa colección de Judaica del planeta. En ella se destacan la granada de marfil que adornaba el cetro del sumo sacerdote de primer Templo de Jerusalén, siglo VIII AEC; una menorá incisa sobre yeso jerosolimitano y que data del siglo I AEC; bases de vidrio y lámina de oro con motivos hebraicos que fueron halladas en catacumbas judeo-romanas del siglo IV EC; relieves en basalto de la Sinagoga de Jozarín, siglos IV-VI EC; manuscritos hebreos iluminados medievales y renacentistas, tales como Hagadá de los Pajaritos y el Pentateuco de Ratisbona (ambos Alemania, 1300), la Hagadá Sassoon (España, 1320), o bien la Miscelánea Rothschild (Ferrara, 1475); un plato de pésaj judeoespañol de 1480; la colección de lámparas de jánuca, creadas entre los siglos XIV y XIX; el interior de madera de una Sinagoga de Cochin (India), incluyendo su hejal y bimá, ambos hechos en 1550; porta-especies (besamim) metálicos checos en forma de atalaya, ejecutados en el siglo XVI para el servicio de havdalá (fin del shabat); el Libro de Moisés, manuscrito hebreo ilustrado por Nehemiah ben Amshal (Persia, 1686); la Torá y el interior barroco de la Sinagoga de Vittorio Veneto, creados en Italia en 1703; el cielorraso de la Sinagoga de Horb, Alemania, con ornamentos figurativos pintados por Eliezer Sussman sobre madera en 1735; un contrato matrimonial judío (ketubá) desarrollado en Sa’ana, Yemen, en 1793; cajas cilíndricas de madera (tiqim) con ornamentos metálicos para preservar los rollos de la Torá en las comunidades sefardíes de Magreb, Medio Oriente, Persia e India, siglo XIX; y el Sillón del profeta Elías, diseñado por Ze’ev Raban en Jerusalén, 1916-25. Todos ellos se ajustan a la nuestra definición de arte judío tradicional.


Colección de Judaica del Museo de Israel, Jerusalén

Notables colecciones de Judaica se preservan también la Biblioteca Británica en Londres, el Museo Judío de Praga, el Museo de Arte e Historia del Judaísmo en París, el Museo Sefardí de Toledo y el Museo Judío en Nueva York.

Con la modernidad de los siglos XIX y XX, el término "arte judío" es motivo de importantes debates y hasta la validez misma del término es cuestionada. Eventualmente tal expresión llega a ser reemplazada por la noción de "experiencia judía" en el arte moderno (Avram Kampf, 1984).

Sin embargo, la continuidad y el vigor del arte judío tradicional es un hecho innegable—antes, durante y después de la Shoáh. Es más, desde la creación del Estado de Hebreo en 1948, el arte judío tradicional ha experimentado un importante renacimiento, tanto en la "Tierra de Leche y Miel" como en algunos otros puntos del planeta.

Recientemente, ejemplos de arte judío tradicional y su renacimiento fueron considerados y debatidos en Río de Janeiro, especialmente a lo largo del ciclo de tres conferencias titulado "Acervo e Memória", que tuvo lugar en la Asociación Scholem Aleichem, así como en otros encuentros desarrollados en el Centro de Estudos Bíblicos da ARI, la Escola de História da UniRio, el Instituto Cervantes y el Departamento de Teología de la PUC, durante la Conmemoración del 50° aniversario de la Declaración Nostra Aetate.



Coluna Arte e Identidade 1. Arte e Raízes
Boletim ASA 158, Janeiro/Fevereiro de 2016
Ano 28, Arte e Identidade 28 de Dezembro de 2015

PASSEPARTOUT. Artista plástico, arquitecto e historiador del Arte. Investigador sudamericano especializado en comunicación visual. Conferencista independente com 12 premios internacionales en Arte y Educación.


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